Un paso al lado

16 noviembre 2008

Para no salir en la foto. O para salir. Para esquivar un disparo. O un peligro. O muchos. Para quitarse de en medio. Para ceder el paso. Para adelantar. O para cambiar de carril. En cualquier caso, el riesgo que uno asume al dar un paso al lado es el de no poder recuperar el sitio. El de no poder volver al carril. Wakefield, un paso al lado.

7 comentarios:

Sarashina dijo...

Me gustan los pasos adelante, pero a veces son útiles esos pasos al lado. Tiene matices tu reflexión. Yo, por ejemplo, me compré una cámara para hacer las fotos yo y salir lo menos posible. Manías. Quizás para no tener que dar ese paso al lado. Otros asuntos, son más graves.

Leandro dijo...

¿A quién no le gustan los pasos adelante? Que levante la mano. Pero como dicen por ahí (ya no sé a quién atribuirle la paternidad de esta sentencia tan manida), cuando estás al borde del precipicio, la única forma de seguir adelante es dar un paso atrás.

Sarashina dijo...

En ese caso, un paso atrás. Pero yo soy tan cernícala, que como me toquen el orgullo, incluso daría el paso adelante al borde de un precipiciok, confiando, claro, en mi buena suerte: árbol, raíz, paracaídas fortuito, ángel de la guarda o que de pronto me salieran alas. Por fantasear, que da mucho gusto.

supersalvajuan dijo...

Momento impremeditado? ¿Qué mente puede escribir algo así? Chaíto!

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Dentro de poco tendremos que pedir permiso para respirar

Mujer del traje gris dijo...

para pasar a un mejor carril más cómodo, más despejado, más lindo. en el mejor de los casos, claro. y siendo así, ¿extrañarías el anterior?

Te sigo. Un abrazo!

Leandro dijo...

Sobre momentos impremeditados: es bastante probable que al traductor se le fuese la mano (casi todas las versiones en castellano de cuentos anglosajones que circulan por internet son bastante amateurs, por llamarlas de alguna forma), y es bastante probable también que a quien decidió traerlo aquí se le pasase el giro (llamémoslo así, también). Vaya en el debe de éste último, que no en el del autor. No lo merece

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